Four More Years

Muchos dirán que ya están hasta la madre de las olimpiadas, otros comentarán que no se han cansado pero que no estoy aportando nada nuevo, otros tantos argumentarán que sólo escribo de lo que está de moda y que tengo una severa falta de creatividad, pero lo más seguro es que nada de esto sea cierto por la simple y sencilla razón de que no muchos leen mi blog jajaja, este no es un blog deportivo, me gusta escribir de lo que sea (lo cual no quiere decir que sea muy culto y que pueda escribir tanto de política como de economía) pero esta vez hablaré de lo que más me gusta escribir: Deportes.

Se fueron los juegos olímpicos, la llama volverá a Atenas donde estará guardada para que en su momento comience su recorrido a la próxima sede que es Londres, fueron 17 días de emociones, de sorpresas, de decepciones, de muchos sentimientos encontrados, creo que a todos se nos puso la piel chinita cuando Yelena Isinbayeva rompió su propio record y llorando recibió la medalla de oro, todos nos sorprendimos con el triunfo de Guillermo Pérez y de María Espinoza (lo cual no debería de sorprendernos si tenemos en cuenta que el Tae Kwon Do es el deporte que afortunadamente se ha separado un poco de la Conade y toda la tranza, grilla y demás cosas que no hacen progresar al deporte mexicano), todo el mundo cayó a los pies de Michael Phelps y sus 8 medallas doradas lo cual nos hace poder presumir que vivimos en el tiempo del mejor atleta de toda la historia del deporte, Usain Bolt y los jamaiquinos (o jamaicanos?) nos robaron el aliento y nos demostraron que no importa que tantos obstáculos se pongan en el camino, que siempre y cuando te dediques a derrotarlos serás triunfador, fuimos testigos de cómo China dejó en ridículo a Estados Unidos y le arrebató todo, demostrándonos que lo que el mundo piensa desde hace años ya se está convirtiendo en realidad: Estados Unidos está en picada, en unos años la potencia mundial estará ubicada en Asia, en su nido de pájaro, en su cubo de agua, en su muralla, en los creadores de la pólvora, el papel y la tinta; este año fue en los deportes, poco a poco en su economía, en sus armas, en su tecnología, en infraestructura, prácticamente en todo.

Y ahora son 4 años de espera, 4 años que se pasan rápido, pero en los que vives mucho; hace 4 años pensé que faltaba una eternidad para Beijing, y heme aquí escribiendo después de haber esperado esa “eternidad” que si bien se pasó volando reflexiono y han pasado muchas cosas (extender mi tiempo en la preparatoria, entrar a la universidad, myspace, blog, msn, Alemania 2006, U2 en México, Muse 2 veces, muchísimos conciertos más, el regreso de Superman y Batman a la pantalla grande, conocer a la mayoría de las personas que ahora frecuento, terminar con un grupo con el que llevaba años, comenzar otro, hacer canciones, presentarme en muchos lugares tocando, grabar un EP, 4 primos nuevos, cabello largo, cabello corto, película de los Simpson, tocar el piano, olvidar tocar el piano jajaja, y muchísimos momentos buenos y otros no tanto). Es raro volver a la normalidad, se siente un vacío muy grande, sientes la necesidad de olimpiadas o mundial, pero es más raro saber que esa normalidad siempre ha estado y durante ella no sientes la necesidad de un evento de tal magnitud, ahora a esperar 2 años a Sudáfrica y su tan esperado mundial.

La estafeta se pasó a Inglaterra, Londres será el encargado de impactar al mundo con su majestuoso Big Ben, su Nuevo Estadio de Wembley donde será la final del fútbol olímpico (en mi opinión un evento sobrevalorado en la justa olímpica, pues para eso existe un mundial con jugadores y equipos de verdadero renombre), sus casetas telefónicas, sus autobuses de dos pisos, su hora del té, su monumental Millennium Dome a la orilla del Río Támesis que con su nocturna luz morada albergará la gimnasia, el hermoso Earls Court que verá en su interior al volleyball, su futurista Aquatic Center que si bien no es como el famoso Cubo de Agua tiene un toque que te hace pensar que estás en el año 3000, su catedral del tenis llamada Wimbledon que verá en su cancha los partidos de Tenis, su Hyde Park que durante esos 15 días colocará un escenario y recibirá a los visitantes con presentaciones gratuitas de grupos musicales (ya me imagino ver gratis a Radiohead, Muse, Travis, Coldplay, Oasis, Supergrass, Stereophonics y demás), y una demostración de lo que es ser primer mundo al construir su estadio olímpico y demoler un 50% de su capacidad después de los juegos para ocupar el espacio en otra cosa. Volver a ver al extraordinario Michael Phelps y apostar por cuántas medallas ira esta vez, a la hermosa Yelena Isinbayeva saltar ahora el estadio completo jajaja, a la bandita Usain Bolt llegar a la meta cuando los demás competidores aun no han arrancado, a la preciosa Nastia Liukin aplicándosela de nuevo a su compatriota considerada la mejor del mundo Shawn Johnson (espero que no se tire al vicio y haga lo que Carly Patterson) y los nuevos atletas que vendrán y nos sorprenderán.

Inglaterra la tiene difícil y después de ver la inauguración china parece imposible que alguien la supere, pero en Barcelona 1992 vimos a un atleta paralímpico prender el pebetero en un tiro con arco y pensamos que nunca iba a haber algo más nostálgico que eso, vino Atlanta 1996 y nos tocó observar a Muhammad Ali con mal de Parkinson encendiendo el fuego olímpico con un cuerpo tembloroso, una vez más pensamos que sería insuperable, llega Sidney 2000 y Cathy Freeman se para en una fuente y ahoga la antorcha en el agua, para sorpresa de todos por primera vez nuestros ojos son testigos de cómo el fuego nace del agua y al desafiar a la lógica nos hacemos a la idea de que nadie será capaz de superar eso, 4 años más tarde vemos como los griegos llenan un estadio de agua, meten barcos y cómo un brazo gigante se levanta para presumir al mundo que la llama del olimpismo vuelve a su tierra natal, el mundo sabía que China la tenía difícil, y aquí estamos contando la historia de un hombre que voló y que dio la vuelta olímpica en el aire mientras sus pies desenrollaban un pergamino de historia de una cultura culminando en una llama gigante, y volvemos a pensar que nadie hará algo parecido, el mundo espera ansioso, el olimpismo tiene un nuevo reto, Londres es la próxima parada y en 4 años nos sentiremos Bolt por haber llegado tan rápido, nos sentiremos Phelps por haber cruzado el océano sin darnos cuenta, nos sentiremos Isinbayeva por haber saltado de continente en un abrir y cerrar de ojos, en 4 años todos volveremos a sentir lo mismo, pero eso hasta dentro de 4 años, hoy por hoy regresaremos a la escuela, al trabajo y a nuestras actividades diarias, porque en 4 años tendremos una cita, y como diría el grupo británico The Clash “London calling to the faraway towns”.

Gracias por su atención.