2009 en muchas letras e imagencitas (Parte 2.3)

Continuamos con la lista de los 20 filmes más significativos para su servilleta en este agonizante 2009. A continuación, del 10 al 6.

10. (500) Days of Summer. Pláticas acerca de Sid Vicious y Nancy Spungen, playeras de The Clash y de Joy Division, tiendas de discos que de fondo tienen perfectamente acomodados álbumes que nos gustan a los chavos de hoy, tesis escolares con citas textuales a Belle and Sebastian, una conexión mágica entre un hombre y una mujer con The Smiths, los Pixies sonando en el karaoke, sólo por mencionar algunos momentos. Es cierto, hay un punto a lo largo de la historia donde las referencias musicales llegan a ser extremadamente forzadas y pareciera un conjunto de clichés para atraer a la chaviza al cine, pero al final, (500) Days with Summer, se convierte en una cinta con la cual TODOS los que hemos estado en una relación de pareja nos sentiremos identificados, TODOS en algún momento nos sentiremos en el lugar del protagonista o en el de la muchachona en cuestión. No es una historia bonita- como podría parecer en el tráiler-, es verdad, tiene momentos muy dulces, pero al final, como nos lo advierten desde los créditos iniciales, debemos de saber de antemano que no se trata de una historia de amor, sino de un reflejo perfecto de cómo una relación que parece sólida se va derrumbando ladrillo por ladrillo hasta convertirse en una pila de tierra que sólo estorba a cualquiera que tenga algo que ver con esta. Cruda y llegadora. El Soundtrack, como es de suponerse, es una maravilla, pues incluye un recuento de ¿éxitos? dorados del indie contemporáneo.

9. Taking Woodstock. Todos sabemos lo que ocurrió en el pasar de los días 15, 16 y 17 de agosto de 1969 en la granja de Bethel en New York; todos hemos escuchado en diversas ocasiones las presentaciones de Janis Joplin. Jimi Hendrix, The Who y demás míticas agrupaciones que se encargaron de amenizar el festival musical más famoso de todos los tiempos; hemos visto cientos de documentales y videos que retratan lo que pasó dentro del perímetro donde se llevó a cabo esta manifestación audiovisual, pero muy pocas veces nos habían retratado con tanta fidelidad el marco contextual en el cual se desarrolló este magno evento. Taking Woodstock es una mirada objetiva (sin afán de atacar o endiosar a los que tuvieron que ver), hacia el festival desde el punto de vista de quienes estaban afuera del recinto y de los organizadores. Basada en el libro de memorias de Elliot Tiber y Tom Monte, Taking Woodstock: A True Story of a Riot, a Concert, and a Life, el filme es una ventana para que la gente de la actualidad nos demos cuenta de la repercusión social y el impacto popular que significó el concierto masivo para la generación de aquellos ayeres, especialmente, para todos los que más que por la música en sí, asistieron al lugar con la esperanza de encontrar multitudes con los mismos ideales e intereses. Cabe resaltar que toda la cinta se filmó desde cero, es decir, ninguna imagen original del festival fue usada para la película, lo cual hace aún más notable la excelente ambientación que se le da y la excelsa recreación de videos existentes cuadro por cuadro de un suceso que trascendió en la historia de la humanidad.

8. The Princess and the Frog. Desde niño siempre he sido fan de las historias de princesas y musicales al estilo Disney –por muy poco varonil que esto suene, fue con estos cuentos con los que aprendí a contar historias jajaja-, por eso, esperaba con muchas ansias la cinta que marcaría el regreso de la animación tradicional estando en la plena era revolucionaria de la tercera dimensión e imágenes creadas 100% por computadora. ¿Qué hace a The Princess and the Frog tan especial?, la verdadera respuesta es ¡Qué no la hace tan especial!; los escritores lograron trasladar una clásica historia de cuentos de hadas a la actualidad sin recurrir a las obviedades de solamente poner tecnología actual a cuadro y ya, los personajes son tan entrañables como hace mucho no existían en una historia de este estilo, el humor es un humor inteligente y grandioso, los musicales, que si bien no están al nivel de The Lion King o The Beauty and the Beast, no le piden algo a canciones contemporáneas escritas para cintas animadas, y sobre todo, contiene una profunda crítica social y un mensaje complejo pero directo que tanto niños como adultos podrán comprender y reflexionar; esto último es algo digno de resaltarse, pues en una casa que por años siempre fue tan conservadora y ultra mega derechista como Disney, el hecho de poner en una historia clásica de princesas a una princesa que nace de clase media, que tiene que trabajar para ganarse la vida y que está consciente de que en este mundo NADA es de a gratis y a un príncipe vividor, flojo, con un miedo enorme a enfrentarse al mundo y una apatía total por la responsabilidad, rompe con todo el esquema que nos había refregado año tras año la industria de Mickey Mouse y nos entrega una obra maestra que nos transporta a cuando esta empresa eran los amos y señores de cómo contar una historia. El final, como ya todos sabemos de antemano, es un final feliz, pero que esta vez está dotado de una nostalgia enorme que figurará de ahora en adelante en los momentos clásicos de esta casa productora.

7. Star Trek. Levantar una franquicia acabada, pisoteada, arruinada, y demás adjetivos que indiquen algo malo, no era nada fácil –sino pregúntenle a Christoper Nolan cómo le costó trabajo volverle a dar toda la dignidad que perdió en los noventas Batman- y el señorón J.J. Abrams la tenía muy complicada, sobre todo cuando es una franquicia que demanda demasiada exigencia por parte de los fanáticos y de la crítica al ser la base una serie clásica como pocas. Para sorpresa de todos, Star Trek fue de ese mar de súper producciones que nos entrega el verano año con año, la mejor lograda en cuanto a su género se refiere. La dirección es impecable, los efectos están a la altura a la que una historia como esta requiere, el guión era complicadísimo, puesto que olvidaría toda la serie y tomaría desde cero el relato, con todos los personajes nuevos y desconocidos, un arma de dos filos puesto que o podría salir una maravilla o podría ser de antemano la última palada de tierra que necesitaba esta serie para ser enterrada de una vez por todas, al final, resultó siendo la primera opción. Una adaptación que se consolidó en su momento como lo más comentado por su equilibrio narrativo y tecnológico, lo cual en estos días, ya es muy difícil de ver.

6. Funny People. El escritor/ director de 40 Year Old Virgin y Knocked Up, Judd Apatow, nos deleita con esta maravilla a manera de su tercera obra. Funny People es una cinta que nos muestra un fiel retrato del mundo del Stand- up Comedy en un drama disfrazado de comedia o una comedia con el traje de drama dependiendo desde qué ángulo se le quiera mirar. Un cómico de gran renombre de esos que aparecen contando chistes con ladrillitos atrás (interpretado por Adam Sandler en su mejor papel desde aquella obra maestra llamada Punch- Drunk Love) descubre que tiene una enfermedad terminal y sus días en este mundo están contados, es cuando decide dejar de lado toda la soberbia y egoísmo que lo caracterizan en su vida personal y ayudar a un cómico principiante que está dando sus primeros pasos en el mundo de la comedia. La premisa es un trillado estereotipo cinematográfico- el hombre egoísta que decide redimirse en sus últimos días de vida-, pero la manera en la cual está llevada a cabo es lo que la separa y la pone por encima de miles de películas con la misma punta de lanza. El maestrazo Jon Brion hace un cameo haciendo lo que mejor sabe hacer, de músico, y como dato adicional, en el comentario de audio del director se agradece a Paul Thomas Anderson por la ayuda al momento de editar el filme.

Gracias por su atención y nos leemos mañana con las 5 mejores películas del año según su servidor.

Continuará…